Negocios y Economía

Algunas Consecuencias de un Proceso Hiperinflacionario: La Redistribución de los Ingresos en el Sector Manufacturero Argentino 1989-1990

Número
78
Autor
Luisa Montuschi
Mes/Año
Ago-91
Adjunto
Resumen

Una de las hipótesis frecuentemente mencionadas respecto de los efectos redistributivos de la inflación sostiene que en el curso de un proceso inflacionario el ajuste de los precios antecede al ajuste salarial y, por consiguiente, los salarios reales caen y los márgenes reales de beneficio aumentan. En el caso de un proceso hiperinflacionario aumenta la frecuencia y la conflictividad de los ajustes de precios y salarios. En un marco caracterizado por cambios de precios relativos grandes y persistentes resulta difícil establecer contratos bien definidos en términos reales. En la Argentina se vivió un proceso hiperinflacionario que tuvo su comienzo formal en el mes de febrero de 1989 y su pico en el mes de julio y que, con una breve pausa de tres meses, se extendió hasta marzo de 1990. A partir del mes de febrero de 1989, que marcó el fin del llamado Plan Primavera, los precios siguieron una tendencia fuertemente creciente con una gran volatilidad de precios relativos y tipo de cambio en que se agudizaron los reclamos sectoriales. Los salarios, que se discuten en comisiones paritarias, se fijaron por períodos cada vez más reducidos, con variaciones pactadas que pretendían reflejar la inflación esperada, a fin de evitar el deterioro del poder adquisitivo que el ajuste por la inflación pasada hubiera implicado. Pero, las empresas también pretendían implementar políticas de precios que de alguna manera anticiparan la inflación y les impidieran perder su capital de giro. En un medio políticamente inestable, la situación se fue agravando en forma paulatina hasta que en el mes de agosto la implementación de un programa de estabilización impuso una breve pausa en el curso de los precios, que retomaron su curso ascendente hacia fines del año 1989 para alcanzar nuevos niveles hiperinflacionarios en los primeros meses de 1990 e iniciar luego un proceso de lenta desaceleración. En un contexto caracterizado por relaciones intersectoriales crecientemente conflictivas se dió un juego entre los agentes económicos en el cual cada participante o grupo de participantes procuró mejorar su posición relativa de acuerdo con sus posibilidades de anticipar la inflación y ajustar su comportamiento a tal anticipación. El resultado no fue por cierto neutral y el propósito de este trabajo intentar determinar algunos de los efectos redistributivos que en el curso del proceso hiperinflacionario se originaron, con especial referencia al sector manufacturero argentino.